
Bill Bryson: EL CUERPO HUMANO. Guía para ocupantes (RBA Libros, S.A., 2020)
“Se pueden afirmar dos cosas con certeza en relación con la esperanza de vida en el mundo de hoy. La primera es que sin duda resulta útil ser rico. Si uno es una persona de mediana edad, excepcionalmente adinerada y de casi cualquier país de renta alta, es muy probable que viva hasta los ochenta años, mientras que una persona idéntica en todos los demás aspectos, pero pobre –es decir, que haga el mismo ejercicio, duerma las mismas horas y haga una dieta igualmente saludable, pero simplemente tenga menos dinero en el banco-, puede esperar morir entre diez y quince años antes. Esa es una enorme diferencia para un estilo de vida equivalente, y nadie sabe a ciencia cierta cómo explicarlo.
La segunda afirmación que se puede hacer con respecto a la esperanza de vida es que no es una buena idea ser estadounidense”.
La segunda afirmación que se puede hacer con respecto a la esperanza de vida es que no es una buena idea ser estadounidense”.