29/03/2019

La inmigración en España según el CES

La inmigración en España según el CES

El Consejo Económico y Social ha publicado el "Informe sobre la inmigración en España: efectos y oportunidades" (con fecha de 20 de marzo). Esta entrada de blog tiene por objeto expresar las principales ideas que emergen del documento, en especial aquellas relacionadas directamente con cuestiones de empleo o laborales de los migrantes.

El Informe se divide en 5 capítulos: la Introducción, en la que se expresa una idea que a mi modo de ver es de mucho interés, cual es que "durante los años de crisis se pudo apreciar un cierto letargo en la toma en consideración de las cuestiones directamente relacionadas con la inmigración, siendo escasas las iniciativas adoptadas", pasividad que a mi modo de ver debe ser solucionada a corto y medio plazo (un primer antídoto ya lo ha suministrado el actual Gobierno socialista al aprobar, tras un largo período en el invernadero, el Fondo Estatal para la Integración de los Inmigrantes para las migraciones con una dotación de 70 millones de euros para el 2019, a través del Real Decreto Ley 8/2019, de 8 de marzo); en segundo lugar, el contexto internacional de las migraciones, en el que se aborda entre otras cuestiones la adopción por Naciones Unidas del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular y se hacen interesantes disquisiciones sobre la libertad de circulación en el marco de la UE, a lo que volveré enseguida; en tercer lugar, el capítulo relativo a las migraciones recientes en España, donde se hace referencia al alza de inmigrantes provenientes del continente americano; en cuarto término, el capítulo titulado "Una sociedad más diversa: repercusiones y oportunidades", donde se abordan las situaciones económicas y de vida de los inmigrantes, su relación con el empleo, la protección social, su integración en el sistema educativo o su acceso a la atención sanitaria y los servicios sociales; y finalmente, la parte quinta del informe dedicada a las principales conclusiones del documento y a lanzar propuestas en materia de inmigración, de entre las cuales voy a citar literalmente las relativas a las situaciones de pobreza y de vulnerabilidad laboral de los migrantes.

Yendo a uno de los aspectos que he destacado anteriormente, en concreto el relativo a los flujos migratorios en el marco de la Unión Europea, el informe señala que los supuestos de movilidad de ciudadanos comunitarios directamente vinculados con motivos laborales han afectado al 4 por 100 de la población activa de la UE 28 (9,1 millones de personas, siendo España uno de los principales países receptores). A ello se suma el desplazamiento temporal de trabajadores en la UE, que se desenvuelve en el marco de la libertad de prestación transnacional de servicios, que afectan a trabajadores que son enviados por su empresa a otro Estado miembro durante un período de tiempo limitado, que ha afectado en 2016 el 1 por 100 de la fuerza de trabajo europea (algo más de 2 millones de trabajadores). La importancia de esta circulación, simultánea con el hecho de que aún hay obstáculos que la frenan, ha supuesto la aparición de varias propuestas por parte de la Comisión Europea que son desarrolladas por el informe que se reseña: la primera, el favorecimiento de la libertad de movimientos de trabajadores entre Estados miembros, especialmente de los trabajadores que se incluyen en las “nuevas formas de empleo” y de “empleo atípico”. La segunda propuesta se centra en los derechos sociales de los trabajadores que prestan sus servicios en otro Estado miembro, en particular, en relación a la necesidad de una coordinación global de los sistemas de Seguridad Social, en el intercambio de información, de comunicación de oportunidades de trabajo, de la coordinación entre sistemas de Inspección de Trabajo e incluso de proveer mediación y resolución de conflictos en disputas concernientes a varios Estados miembros.

En todo caso, quisiera aportar aquí una cuestión relacionada con la libre circulación de trabajadores que en el Informe no se trata en el Capítulo II como he mencionado anteriormente, sino más adelante, en el Capítulo IV al hablar de una sociedad diversa. En este contexto, al hablar sobre los perfiles de la inmigración por motivos de empleo o de carácter laboral, advierte sobre la nueva corriente de trabajadores migrantes comunitarios, en buena medida procedentes de los países incorporados en la penúltima ampliación (Rumanía y Bulgaria),con peores niveles salariales y de vida que en España, estarían arrumbando un concepto asumido, el de la inmigración económica. Si históricamente se dejaba dicha calificación a los inmigrantes africanos y latinoamericanos, frente a la migración hacia España de jubilados con altos niveles de bienestar o ejecutivos provenientes del norte, ahora estaría resultando que la inmigración por motivos económicos también subyace a otros ciudadanos comunitarios, en función de los desequilibrantes niveles de renta y oportunidades laborales entre unos Estados y otros dentro de la Unión. Aunque esta inmigración se desarrolle bajo el principio de libre circulación de trabajadores (diferente al régimen de extranjería propio de los inmigrantes no comunitarios),ese amparo no puede ocultar la profunda importancia de la inmigración por motivos económicos en el seno de la Unión Europea.

En relación a los movimientos migratorios que se detectan en España, el documento recuerda que los factores de salida (o llamados de expulsión) de los migrantes de sus países de origen, así como los que atraen las llegadas al país de destino (de llamada),suelen cambiar y agotarse en el tiempo (sobre todo los que impulsan la salida),pero también es cierto, según el CES, que pese a ello, solo cambian en cierta medida la composición de los nacionales de países emisores en los países de acogida: así, de entres los diez mayores países emisores, seis corresponden a los que concentran "el mayor stock de población residente en España" (entre 2015 y 2017, la principales entradas fueron de nacionales de Venezuela, Marruecos, Rumania, Colombia, Reino Unido, Italia, Honduras, Brasil, Argentina y Ecuador). En definitiva, según el informe, en España se confirma el principio de "causación acumulativa", es decir, la importancia en España de un grupo de población con un mismo origen como un factor que decide o impulsa la elección de destino por el migrante que quiere salir de su país de origen.

El informe señala a su vez una creciente feminización de la inmigración en España: en 2008 la inmigración femenina supuso el 48,2 por 100 del total, frente al 51,1 por 100 en 2017; en ello puede haber influido el repunte de la inmigración americana y su mayor feminización.

También señala el informe que respecto a la emigración desde España hacia otros países, cuyo volumen creció con la crisis, no se observa un retroceso completo a cifras como las que había antes de ésta. Para el CES, Ello hablaría de una mayor movilidad de la población, tanto extranjera (que agrupa la mayor parte de los flujos de salida en todo el periodo considerado) como española.

También en el Capítulo 3, en su apartado sobre la población de origen extranjero y las vías de acceso a España, el informe advierte del intenso ritmo de reunificación familiar, loq ue mostraría el elevado arraigo en nuestro país de buena parte de los llegados, que vinieron para quedarse y echar raíces.

Por otra parte, la mayoría de la población de origen extranjero se concentra en cuatro comunidades autónomas: Cataluña (20 por 100 del total),Madrid (16 por 100),Andalucía (14 por 100) y Comunidad Valenciana (14 por 100). En conclusión, el 64 por 100 (cerca de tres millones) de estas personas se encuentra residiendo en las comunidades más densamente pobladas. En todo caso, es de suma importancia en el informe la afirmación de que las mayores áreas receptoras de inmigración son los núcleos urbanos. En este marco, en función de los datos elaborados por el INE, el CES confirma la preferencia de los extranjeros por las localizaciones urbanas que exceden los límites administrativos del núcleo principal, alcanzando zonas más amplias vinculadas con dichos núcleos por los desplazamientos por motivos laborales. Destacan, en este sentido, las conurbaciones de las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona, en las que casi dos de cada diez residentes son originarios de países extranjeros.

También destaca el informe la importancia de la contratación de trabajadores en origen a través de distintas fórmulas de reclutamiento, bien a través del circuito privado, bien a través de programas de gestión pública ha sido una práctica particularmente extendida en algunos sectores, empresas y mercados de trabajo locales. En particular, el CES muestra su apoyo a los programas de gestión colectiva de contrataciones fundamentados en la denominada como movilidad laboral circular, aunque advierte también sobre la categoría de inmigrantes temporeros que derivarían de esta prácticas, sometidos a reglas estrictas en cuanto a la obligatoriedad de retorno y las limitaciones a la hora de acceder a una situación administrativa más estable a nuestro país.

Ya en el Capítulo IV del Informe se hace un repaso detallado a la evidencia de importantes brechas entre las condiciones materiales de vida de los autóctonos y los inmigrantes que, además, tienden a persistir en el tiempo, en particular en relación con los nacionales de países no integrados en la Unión Europea, fundamentalmente africanos y latinoamericanos, que tienen una propensión mucho mayor a sufrir situaciones de pobreza, privación material y exclusión social. En todo caso, el Informe también llama la atención sobre la situación de los extranjeros comunitarios que, sin llegar a los niveles extremos de la población extracomunitaria, acusan un riesgo de pobreza o exclusión social también muy elevado (40,8 por 100). La razón de ello la encuentra el CES en el cambio en los perfiles de la población comunitaria asentada en nuestro país, compuesta ya mayoritariamente por ciudadanos procedentes de países de las ampliaciones de la UE hacia el Este, principalmente rumanos y búlgaros.

Dicha mayor vulnerabilidad económica de los inmigrantes se explica por el CES en el hecho de que mantienen una peor posición relativa en el mercado de trabajo, con una incidencia mucho mayor del desempleo, el subempleo, la temporalidad y los salarios bajos, una circunstancia que limita asimismo el alcance para estos colectivos del sistema de protección por desempleo, tanto en su vertiente contributiva como asistencial. En particular, se detallan las importantes brechas de salarios entre migrantes y autóctonos, especialmente entre las mujeres de fuera de la UE ya que estas tienen salarios más bajos, más aún cuando estas se concentran en ramas de actividad que presentan niveles salariales por debajo de la media, como el servicio doméstico, la agricultura y la hostelería.

En este marco, el CES lanza una serie de propuestas que vale la pena ser tenidas en cuenta:

1. El CES propone la adopción de medidas que mejoren las condiciones de trabajo de los asalariados (en general),puede tener un impacto positivo sobre las condiciones de vida de los extranjeros (en particular).

Esta afirmación se puede derivar de la propuesta que literalmente señala el CES de la siguiente manera: Dada la mayor prevalencia de situaciones de vulnerabilidad laboral entre los inmigrantes y su elevada dependencia de las rentas salariales, la adopción de medidas dirigidas a mejorar las condiciones laborales de los asalariados con peor posición en el mercado de trabajo tiene un impacto positivo sobre las condiciones de vida de los extranjeros.

2. El CES apuesta por la mejora de la empleabilidad de los inmigrantes a través de "un enfoque específico". Junto a ello, es necesario un aumento de la cobertura y el alcance de la protección por desempleo.

En este sentido, se dice por el CES que: Como ya se ha mencionado, resulta fundamental apostar por la mejora de la empleabilidad de las personas de origen inmigrante a través de un enfoque específico de las políticas activas de empleo que refuerce sus oportunidades de mantener una trayectoria laboral satisfactoria. A este respecto, debe reforzarse la complementariedad de las políticas activas y de sostenimiento de rentas. Desde esta última perspectiva, el aumento de la cobertura y el alcance de la protección por desempleo contribuirían también a reducir la vulnerabilidad económica de los hogares encabezados por inmigrantes en situaciones de desempleo.

3. Finalmente, el CES propone fortalecer los programas de garantía de rentas, de las ayudas a las familias y a la infancia y las políticas de vivienda social.

Así, según el CES: Asimismo, el fortalecimiento de los programas de garantía de rentas, de las ayudas a las familias y a la infancia y de las políticas de vivienda social, que en España están menos desarrolladas y dotadas en comparación con la UE, también tendría un impacto muy positivo sobre las condiciones de vida de toda la población vulnerable a la que se dirigen, y particularmente entre los extranjeros, dada su importante presencia en ese grupo

En definitiva, recomiendo la lectura de todo el documento del CES. Solo me he centrado en los aspectos más relacionados con el empleo y las condiciones de trabajo, si bien recomiendo encarecidamente el resto de apartados, de donde se puede extraer una imagen viva de la población migrante en España que desmienta mensajes falsos que pueden aturdir a toda nuestra población.

 
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